viernes, 12 de diciembre de 2008

El fin del estado del bienestar

Tengo que daros una mala noticia; el estado del bienestar esta agonizando. Por mucho que se empeñen los actuales dirigentes politicos del estado, en hacernos creer que no van a sacrificar avances sociales debido a la crisis; yo no me lo creo.

No vamos a tener mas remedio que ser competitivos con (o contra) los paises emergentes si queremos mantener nuestro estatus de primer mundo, y eso solo se puede conseguir de dos maneras: Con I + D + i en cantidades importantes o bajando los costes de produccion.

En el primer caso (Investigación, Desarrollo e Innovación), estamos practicamente a la cola de los paises de la Unión Europea pues somos el 13º de 19, dedicando solamente el 1'27% del P.I.B. a tales menesteres frente al 1'91% de media del total de los paises de la Unión.
Para poder sobrevivir como pais rico por esta vía (la de nosotros inventamos y ellos que fabriquen) tendríamos que dedicar mas del 2% del P.I.B., bien directamente desde el ministerio correspondiente o bien incentivando a las grandes empresas por invertir en I+D+i.
Con una buena politica en este sentido, conseguiríamos desarrollar productos innovadores con un claro valor añadido que no competirían en precio con lo que hoy se produce en los paises emergentes, y que podríamos fabricar y exportar a todo el mundo. O bien sencillamente seguir investigando y desarrollando productos que luego fabricarían otros despues de pagar el correspondiente royalty.
Ese incremento de la inversion en I+D+i no puede salir de una máquina de hacer billetes escondida en los sotanos de La Moncloa, hay que arañarlo de algunas partidas de los presupuestos; y las mas sufridas en estos casos suelen ser las dedicadas a mejorar el bienestar de todos los ciudadanos (sanidad, cultura, prestaciones sociales, etc), sin tocar educación o infraestructuras pues entraria en contradicción con los objetivos que se pretenden.

En el segundo caso (competir en precio), tendriamos que renunciar a mas de 100 años de avances sociales par conseguir ajustar los costes de producción de nuestras empresas.
En primer lugar tendriamos que hablar de flexibilidad laboral (eufemismo para referirnos al innombrable término "despido libre") para que las empresas pudieran planificar sus plantillas sin temor a acumular costes sociales. Esta medida, por cotradictorio que parezca reduciría el número de desempleaos.
En segundo lugar deberían desaparecer los convenios colectivos, instrumento este que fue clave en los años de la post-dictadura para regular el poder adquisitivo de los trabajadores, pero que hoy es una lacra para los balances de las empresas. No digo que no deba fijarse un salario mínimo, por debajo del cual nadie podría trabajar legalmente, pero dejando un margen suficiente para que cada empresa aplique la politica salarial que mejor convenga a sus intereses, siempre bajo unas reglas que impidan el libre albedrío en la aplicación de lo pactado (hoy te pago 20, mañana te pago 10).
Y para terminar se deberían aligerar las cargas sociales a las empresas. Bien está que se deban cubrir minimamente la atención sanitaria y las pensiones, pero hoy hay instrumentos en el mercado para que uno se pueda solucionar tanto la sanidad como la pension privadamente por una pequeña cantidad mensual.

Algo de esto que expongo aquí ya lo hicieron en su dia Ronald Reagan y Margaret Thatcher (recordad la famosa huelga de los mineros que duró 8 meses) y no pasó nada.

Aunque me tildeis de reaccionario pensad que si el estado quiebra (y eso no es imposible) no habrá ni sanidad ni pensiones ni nada de nada.